La Higiene Postural se define como “postura correcta” , ya sea en posición estática o en movimiento, que se consigue manteniendo alineadas la cabeza y la columna vertebral, así como las extremidades superiores e inferiores.
Es el conjunto de normas, cuyo objetivo es mantener la correcta posición del cuerpo, en quietud o en movimiento y así evitar posibles lesiones aprendiendo a proteger principalmente la columna vertebral, al realizar las actividades diarias, evitando que se presenten dolores y disminuyendo el riesgo.
- Para mantener una buena higiene postural al levantarse de la cama, es importante hacerlo de manera gradual, apoyándose en los brazos y manteniendo la espalda recta.
- Al sentarse, se recomienda utilizar sillas con apoyabrazos y una altura adecuada para que los pies puedan apoyarse en el suelo.
- Durante la ducha, es fundamental mantener las rodillas ligeramente flexionadas y la espalda recta para evitar lesiones. También se recomienda utilizar sillas adaptadas o barras de apoyo para mayor seguridad.
- Evitar mantener la misma posición durante largos periodos de tiempo, cambiando de postura o realizando pequeños movimientos con frecuencia.
- Utilizar una silla adecuada que permita apoyar los pies en el suelo y los brazos en reposabrazos, manteniendo una postura erguida.
- No realizar movimientos repetidos durante largos periodos de tiempo, descansando para evitar la fatiga muscular.
- Cuando se realicen actividades como levantar objetos, doblar las rodillas y mantener la espalda recta para evitar lesiones en la columna.
- Nos aseguramos en primer lugar de que la silla de ruedas esté adaptada a su estado físico y a sus necesidades.
- Controlamos la correcta posición del residente, es decir, buen apoyo de los pies en los reposapiés, correcto control cefálico y de tronco, caderas y rodillas a 90º.
- En el caso de que usen órtesis posturales, debemos controlar la buena colocación de las mismas y vigilar las posibles lesiones.
- En los residentes encamados, lo gerocultores le realizan cambios posturales cada dos horas, para evitar las UPP (Úlceras Por Presión).
- Mantener el cuerpo alineado y que tenga una base de soporte amplia
- Mantener a la persona cercana al cuerpo tanto al levantarla como al moverla
- La altura de la cama ha de permitir que la persona cuidadora pueda movilizar a la persona que cuida sin doblar la espalda.
- Aproximadamente debe estar a la altura de su cadera.
- Usar las manos y los brazos al levantar o movilizar
- Girar todo el cuerpo (piernas, cadera y espalda) al cambiar la dirección del movimiento, no sólo la cintura y espalda
- Al estar de pie, colocar un pie más adelantado que el otro
- Trabajar con movimientos suaves e iguales
- Fortalecer los músculos de las zonas con las que más trabaja: abdomen, espalda, piernas y brazos Seguridad en el agarre: estar seguros que no se nos va a soltar o escurrir
- Contar si es posible con ayudas técnicas que puedan ser útiles y/o pedir ayuda a otras personas
- No estar demasiado tiempo en la misma postura
- Explicar siempre los movimientos que se van a realizar y pida la colaboración de la persona mayor
Cambios físicos en las personas mayores:
A medida que las personas envejecen, su organismo experimenta una serie de cambios físicos. La pérdida de masa muscular, la disminución de la flexibilidad de los ligamentos y la ralentización de los movimientos son algunos de estos cambios que afectan directamente al sistema cardiovascular, respiratorio y musculoesquelético.
Consecuencias de una mala postura en las personas mayores
Una mala postura puede tener consecuencias negativas para las personas mayores. Puede causar dolor, rigidez y limitación en la movilidad, lo que puede dificultar las actividades diarias y disminuir la calidad de vida. Además, una mala postura puede aumentar el riesgo de caídas y lesiones, especialmente en personas con baja estabilidad y equilibrio. Es crucial comprender la importancia de mantener una buena higiene postural en las personas mayores. Una postura correcta ayuda a prevenir lesiones, reduce el dolor, mejora la movilidad y contribuye a una mejor calidad de vida en esta etapa de la vida
La integración de estos cuidados en la vida diaria de los mayores puede significar una mejora notable en su calidad de vida, reduciendo el dolor, previniendo lesiones y potenciando su autonomía y movilidad. Recordemos que mantener una buena higiene postural es más que un conjunto de buenas prácticas; es una inversión en la salud y el bienestar a largo plazo
Norma Oficial Mexicana NOM-031-SSA3-2012, Asistencia social. Prestación de servicios de asistencia social a adultos y adultos mayores en situación de riesgo y vulnerabilidad
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